sábado, 28 de septiembre de 2013

HISTORIAS DE FANTASMAS DE BARBADOS

El Misterio De Los Ataúdes Deslizantes


El 6 de julio de 1812 en las cercanías de la bahía de Oistin (Isla de Barbados), un grupo de enterradores se dirige al cementerio de Christ Chursh con el cuerpo difunto de la señora Dorcas Chase. 
En el panteón familiar, una edificación sólida, construida con grandes bloques de coral unidos con cemento, se encuentran ya los ataúdes de Thomasina Goddard y Mary Anna María Chase, enterradas en 1807 y 1808 respectivamente. La pesada losa que cubre la tumba familiar, de 4 por 2 metros de superficie y semienterrada a la entrada del camposanto, es retirada con gran trabajo por el personal, debido a su considerable peso, y el ataúd es entrado posteriormente en su interior. Las tinieblas son cerradísimas allí dentro, y cuando los sepultureros encienden sus quinqués, se encuentran con una visión realmente aterradora. El ataúd de Mary Anna María había sido movido hacía un rincón y el de la señora Goddard, se encontraba ahora pegado contra la pared opuesta a la entrada. Los enterradores y familiares asistentes no dan crédito a sus ojos y la tumba es de nuevo cerrada con gran dificultad, no sin antes haber depositado en el suelo el ataúd de Dorcas Chase y puestos de nuevo en su sitio los otros dos.
El suceso conmovió a toda la familia y no comprendían cómo unos ataúdes, a la sazón revestidos de plomo, habían sido removidos en semejante lugar. En un intento por buscar culpables y racionalizar lo sucedido, se acuso a los esclavos negros de tal profanación. Se sabía que los negros habían asistido al entierro de la primera hermana Chase y que era poca la simpatía que tenían por el patriarca Thomas Chase, cuyo comportamiento cruel y tiránico había llevado al suicidio a su hija Dorcas. Sin embargo, los negros antillanos rechazaron la acusación y en su lugar mostraron miedo y respeto por lo que consideraban era obra de los espíritus. ¿Quién, entonces, era el responsable de tan macabra broma?. Nada de todo aquello tenía el menor sentido pues los ataúdes, aparte de ser removidos, no habían sufrido ningún deterioro ni faltaba pieza alguna que hiciera pensar en un robo. ¿Es posible que los negros se tomaran molestia tan grande para obtener unos resultados tan insignificantes? No es probable, y el suceso así quedó, hasta que un mes más tarde, el 9 de agosto de 1812, Thomas Chase murió también, siendo llevado su cuerpo al mismo panteón. En esta ocasión, los ataúdes seguían estando en su sitio, pero el 25 de septiembre de 1816, cuando la losa fue de nuevo levantada para enterrar a un niño llamado Samuel Brewster Ames, los ataúdes volvieron a encontrarse desordenados. Como en ocasiones anteriores, la culpa recayó otra vez sobre los negros, que retornaron en su insistencia de que ellos no habían sido.
El 17 de noviembre se creó una gran expectación en Oistin, cuando otro difunto fue trasladado desde el cementerio de St Philips al panteón familiar de los Chase. Una gran multitud se congregó en el lugar para observar los extraños movimientos de ataúdes. Cuando la bóveda fue abierta, todos los féretros habían sido cambiados de lugar. El de la señora Goddard, se hallaba deteriorado y roto por el desgaste y desplazado a la pared opuesta, y todos los demás sarcófagos, desperdigados en desorden por el suelo. Inútilmente se trató de descubrir algún indicio que explicara lo sucedido. Las paredes, el suelo y el techo, seguían estando en buen estado y no existía recodo alguno por el que pudieran pasar los posibles bromistas. Los ataúdes fueron reordenados, y la pesada losa fue vuelta a cimentar en su sitio.
La entrada al panteón de los Chase en el cementerio de Christ Church, que quedó vacío en 1820 tras los macabros acontecimientos.
Durante tres años, el panteón, que no había sido vuelto a abrir, fue objeto de la visita de los curiosos. Su fama llegó incluso a Europa y muchos fueron los que tomaron interés por ese misterioso cementerio de Barbados. El 17 de julio de 1819, Thomasina Clarke, murió, y su cuerpo fue trasladado al panteón. Para entonces, hasta el mismo gobernador de Barbados, el vizconde de Combermere, asistió al sepelio, acompañado por un centenar de observadores deseosos de encontrarse con el misterioso fenómeno. Y sus ansias quedaron satisfechas pues cuando los albañiles retiraron la losa, los ataúdes del interior se hallaban otra vez desordenados y desperdigados por todo el lugar. El registro que se hizo por los peones fue realmente exhaustivo, pero, como en ocasiones anteriores, no se encontró ningún indicio de profanación. Los féretros fueron entonces colocados en su sitio y se decidió recubrir el suelo entero de fina arena, para descubrir las huellas del posible culpable. Cuando la bóveda volvió a ser tapada, el vizconde de Combermere y dos funcionarios, marcaron el cemento con su sello, formando así una película infranqueable.
El 18 de abril de 1820, el panteón volvió a ser abierto. Hasta entonces el lugar no había sido utilizado, pero la expectación despertada en el público y el deseo del vizconde Combermere por comprobar si su experimento había dado resultado, hicieron que ese 18 de abril, se desvelara el misterio, a pesar de no haber ningún finado para ocupar un hueco en la sepultura. El vizconde Combermere, acompañado del Honorable Nathan Lucas, el secretario de gobernación, mayor J. Finch, el señor Rowland Cotton, el señor R. Bowcher Clark y el reverendo Thomas Orderson, se dirigieron al cementerio de  Christ Church, con un grupo de asustados peones negros, dispuestos a levantar la losa.
El vizconde Combermere, Gobernador de Barbados, supervisó como se cerraba y sellaba el panteón el 17 de julio de 1819 tras enterrar a Thomasina. Cuando volvió nueve meses más tarde los ataúdes estaban de nuevo en total desorden y los sellos de la entrada intactos
Todo estaba como lo habían dejado, es decir: el cemento estaba intacto y los sellos oficiales seguían en su lugar, sin haber sufrido ninguna perturbación. Con esto, todos pensaron que el interior se encontraría también en buen estado, pero cuando el cemento fue picado y la losa retirada a un lado, se sorprendieron al escuchar un extraño rozamiento surgiendo de la oscura bóveda. Uno de los ataúdes de plomo había sido arrojado contra la losa y al ser retirada esta por los albañiles negros, la sepultura había sido arrastrada con ella. Los cada vez más aterrorizados negros comprobaron que el ataúd de Mary Anna María, se encontraba ahora empotrado en la pared del fondo, y del tal manera, que incluso el muro había sufrido daños. Los demás féretros estaban diseminados por el suelo de forma caótica. El vizconde Combermere, no daba crédito a sus ojos. El exterior de la bóveda seguía estando tan sólido como siempre, por lo que nadie podía haberse colado dentro por algún resquicio, y la fina arena depositada en el pavimento interior, no presentaba muestras de huellas o de presencia humana. Si alguien había entrado allí, pensó el vizconde, desde luego no era de este mundo.

La entrada al panteón de los Chase en el cementerio de Christ Church,
que quedó vacío en 1820 tras los macabros acontecimientos.

Imagen ampliable con detalles
Nathan Lucas dibujó la posición original de los ataúdes y
posteriormente cómo fueron encontrados en abril de 1820.


                                                               
                                                                       

HISTORIAS DE FANTASMAS DE BAHAMAS

HISTORIA DEL PANTEO ENTRE CUNA Y BAHAMAS

Al sur de las islas Bahamas y de Cuba se encuentran las Antillas Menores. Una de estas islas es la de Barbados, que fue una colonia británica hasta 1966, cuando obtuvo su independencia. Una de las criptas del viejo panteón de su capital está abandonada hace más de medio siglo, desde el día que tuvieron lugar en su interior fenómenos que aterrorizaron a los testigos y que aún no se pueden explicar. ...Esta curiosa tumba la mandó construir en 1742 la familia Walrond, propietaria de una plantación de caña de azúcar, que tanto abunda aún en la isla.


Todavía existe la tumba en la actualidad, con su enorme losa de piedra que sirve de bóveda a la cripta. La entrada se cierra con una puerta de hierro. En la actualidad el mausoleo está vacío. Nadie baja los pocos peldaños para abrir la puerta.
...Los Walrond vendieron el mausoleo, antes de ocuparlo, a sus amigos los Elliot. Iba a estrenar la tumba el coronel Thomas Elliot, pero en el último momento los familiares del difunto fueron a sepultarlo en el mar.
...La primera persona de la familia Elliot a quien correspondió el honor de inaugurar la tumba fue cierta señora Thomasina Goddard, indirectamente emparentada con la familia. Su cuerpo fue introducido el 31 de julio de 1807 en un sencillo ataúd de madera y pasó a ocupar uno de los anaqueles superiores de la cripta. A los pocos meses, el mausoleo fue cedido a los Chase, gente violenta que se había distinguido por sus raptos de locura y sus numerosos crímenes

miércoles, 18 de septiembre de 2013

HISTORIAS DE FANTASMAS EN PANAMA

La Bruja de Penonome

Esta historia que les voy a relatar pasó en Marta, (Coclé, Panamá). Le sucedió a mi mama y me la conto tiempo después de lo sucedido a mí y a mis tíos.
Mi familia y yo nos fuimos a visitar a unos parientes que vivian en Marta, solíamos ir a pasear por allá. Ese lugar es rural, las casa son de barro y caminos de tierra, y en la noche se usan linternas o guaricha.
Bueno, el ultimo día que nos íbamos a quedar cuenta mi mama que no podía dormir en la noche, yo dormía con ella en la misma cama, yo estaba muy pequeña tendría yo como 3 o 4 años y mi abuela dormía en otro cuarto con mi abuelo… pero bueno, ella cuenta que empezó a sentir golpes en el techo, ella pensó que a lo mejor eran las ramas de los arboles ya que por allá todo es bosque… dice que luego las cosas raras empezaron a suceder cuando escuchó una voz horrible pero que no entendía lo que decía y luego las cosas empezaron a empeorar, cuenta que sintió que la cama se movía y que le jalaban el cabello, ella estaba muy asustada, dice que en la ventana sentía como si alguien estuviera ahí, pero que se alejaba, como si caminara alrededor de la casa y luego regresara a su ventana, ella no aguanto más y grito. Todos se despertaron y ella conto lo sucedido, y empezaron a rezar todos en familia…
Al día siguiente mi abuela le dijo a mi mama que a ella le había pasado lo mismo. A mi mama le dijeron que esa era la bruja, que por allá ay muchas y molestan a las personas que no conocen. Y que a lo mejor cuando se alejaba de su ventana era para ir a molestar a mi abuela
En Marta las personas están acostumbradas a ver cosas raras, y ay muchos relatos por allá…
   
La bruja de penonome
    

HISTORIAS DE FANTASMAS DE NICARAGUA

El Padre sin cabeza

Cuenta la leyenda que en el año 1549 en la ciudad de hoy León Viejo, alentados por su madre doña María de Peñalosa, los hermanos Hernando y Pedro, hijos del segundo gobernador de Nicaragua don Rodrigo de Contreras, planearon la muerte del primer Obispo en tierra firme fray Antonio de Valdivieso, defensor de los Indios y mediador de las ambiciones de los funcionarios y el clero. Fue asesinado a puñaladas a mano del fiero capitán Juan Bermejo. Con la muerte de este religioso, el primero cometido en América, los asesinos se repartieron la provincia, su población, los objetos de valor y las joyas episcopales del Obispo. 

Después de este crimen, que llenó de indignación y de malos presagios a todos los creyentes, aparece una leyenda que refiere, que durante los primeros años de la existencia de la ciudad de León Viejo, el padre de su iglesia fue decapitado de un solo machetazo en el atrio de su mismo templo, por dos poderosos hermanos, y que su cabeza había rodado hasta la orilla del lago Xolotlán, donde se sumergió dando origen a una inmensa ola que se levantó sobre la superficie y avanzó hacia la ciudad, cada vez más grande y fuerte, llegando a reventar donde había sido asesinado el religioso y sepultando a la ciudad. 

Pasado este hecho devastador, los indígenas empezaron a ver en los atrios de las iglesias y en las calles solitarias de los pueblos, un bulto negro que se protegía bajo el peso de la lúgubre oscuridad. Con el paso del tiempo algunos moradores se dieron cuenta que la aterradora y sombría aparición era nada menos que un padre sin cabeza. 

Los que lo han logrado ver cuentan que el padre sin cabeza lleva sotana y zapatos negros, en la cintura prende un cordón del que cuelga una pequeña campana, la que hace sonar mientras avanza y lleva un rosario en lo que le queda de cuello. 

Refiere la leyenda que el padre sin cabeza camina penando por el mundo, visitando los templos de las diferentes ciudades, rezando las letanías o el rosario, buscando su iglesia y su cabeza. Algunos refieren que el padre aparece solo el Jueves y el Viernes Santo, para visitar las iglesias y que cuando se encuentra frente a cualquiera de ellas hace reverencia en la puerta del perdón. 

     


HISTORIA DE FANTASMAS DE HONDURAS

El fantasma de la poza

Eran los años 50. La ciudad de San Pedro Sula comenzaba a crecer. En el río de Piedras apenas había dos casas, lo demás era monte y potrero por donde hoy pasa el bulevar.
De diferentes barrios de la ciudad llegaban jóvenes y adultos a darse un chapuzón en las cristalinas aguas del río. Había también agradables sitios para los estudiantes que buscaban la sombra de los árboles para repasar sus lecciones. En esos días se estaba construyendo lo que luego sería el amplio edificio del instituto José Trinidad Reyes.
Rigoberto Mejía, de 20 años, vivía en el barrio Medina y acostumbraba visitar los fines de semana la poza en compañía de varios amigos residentes en el mismo lugar.
Por la inclinación del terreno, la mencionada poza tenía una gran profundidad y una parte seca donde se bañaban los pequeños y las mujeres. Rigo y sus amigos llegaron a las diez de la mañana. Rápidamente se pusieron sus trajes de baño y se lanzaron a las frescas aguas del río, que en aquellos años era caudaloso, lanzaron monedas y se pusieron a bucear.
A esa hora había bastante gente, unas mujeres lavando ropa y otras con sus niños en la parte seca. La mayoría veía a los muchachos bañándose en la parte honda. Así estaban las cosas. Todo era felicidad. Rigo gritó:
—Atención, van a ver el mejor clavado del mundo.
Acto seguido se lanzó desde una parte alta y cayó en las azules aguas del río. Hubo aplausos y gritos de alegría para celebrar el clavado, pero sucedió algo extraño: Rigo no volvió a salir.
Inmediatamente, varios hombres se lanzaron al agua para rescatarlo y no lo encontraron, a pesar de que la poza no era tan grande. Entonces llamaron a los bomberos y a la Cruz Roja, pero la búsqueda resultó infructuosa. ¿Cómo pudo haber desaparecido el cuerpo del joven?
Comenzaron las conjeturas:
—En esa poza debe haber una cueva. 
—Es probable que haya un remolino abajo.
—Creo que algún animal lo arrastró por una grieta.
Aunque los rescatistas estuvieron de noche en vigilia por si el cuerpo salía a flote, nunca apareció. Desde entonces, la gente dejó de ir a la famosa poza. Luego la achicaron, metieron un tractor y el cuerpo jamás apareció. Lo que allí ocurrió convirtió a ese sector del río de Piedras en una zona prohibida.
Pasó el tiempo y aquel desagradable suceso se fue olvidando poco a poco.
En el año de 1954, sobre la ciudad de San Pedro Sula se desató una tormenta sin precedentes y la famosa poza del río de Piedras desapareció por la fuerte corriente. Eso sucedió un jueves.
El sábado había una fiesta en la terraza de la Municipalidad sampedrana, adonde acudían los jóvenes de diferentes colegios.
La celebración estaba en lo mejor cuando un muchacho se quedó petrificado. Estaba sentado en una silla y saboreando un refresco cuando vio a su viejo amigo Rigoberto, que se entretenía viendo bailar a las parejas.
—No puede ser —dijo—, si Rigo está muerto.
Buscó a sus amigos para contarles de la presencia sobrenatural de su amigo, pero este había desaparecido.
Días más tarde, una muchacha llamada Doris andaba con su madre de compras en el mercado del barrio Medina. Mientras su mamá escogía unas verduras, sintió que alguien le tocaba el hombro derecho. Un joven pasó a su lado y, sin voltear a ver, siguió caminando y se detuvo en un puesto donde vendían ropa. Ella lo vio y se dio cuenta de que se trataba de Rigoberto, su excompañero de escuela. De inmediato abrazó a su mamá, señaló con el dedo índice y dijo con palabras entrecortadas: 
—Ma… má… es Rigo, ahí está…
La señora miró el sitio que señalaba su hija y no vio a nadie.
Al llegar a su casa, Doris fue presa de una fiebre espantosa y solo se le calmó hasta que rezaron junto a su cama.
Era domingo. La gente salió de la misa de la mañana después del oficio religioso. Algunas familias se entretuvieron un rato en el parque.
Dos señoras que residían en Medina se habían quedado dentro de la iglesia ayudando al aseo, arreglaron algunas velas, sacudieron cortinas y se fijaron en un joven arrodillado frente a una imagen.
—Ese muchacho me parece conocido, ¿y a usted, doña Rita?
La señora aludida respondió:
—Se parece a alguien, pero no recuerdo en este momento.
Mientras estaban ocupadas, las dos señoras no dejaron de ver al muchacho. Este se puso de pie y ellas fueron a verlo.
—Dios mío. Es el hijo de doña Mariana, el que se ahogó en el río de Piedras.
Por fortuna eran mujeres acostumbradas a ver cosas sobrenaturales. Ahí mismo vieron cómo el joven desapareció en el aire. Llamaron al sacerdote, que celebró una eucaristía en memoria del joven fallecido.
Las personas que lo habían visto le dieron gracias a Dios y aseguraron que aquella alma no estaba en paz y que no se había ido porque nadie había rezado en su memoria. Hay quienes dicen que esta historia es producto de la imaginación de algunos sampedranos, pero una gran mayoría afirma que todo fue real.
rigoberto el fantasma de la poza.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

HISTORIAS DE FANTASMAS DE GUATEMALA


El espíritu del niño muerto

Cuando ocurren cosas, normalmente es a una persona o un grupo de personas compartiendo la misma experiencia, pero esto que voy a contar sucede en un pueblo, y ocurre a todos sus habitantes, los cuales ya están acostumbrados... Pero yo, como 
visitante, y mis primas, hemos vivido unas experiencias que a la gente de allí les parece "normales". 
Fuimos a ese pueblo donde mis tíos tenían en las afueras una casa cerca del pantano. Para ir al pueblo tenías que seguir 
un camino de tierra durante cuatro kilómetros hasta llegar. 
Como en la casa de noche nos aburríamos, mis tíos nos 
acercaban al pueblo en coche para que pasáramos allí unas horas con los chicos del pueblo. Era verano y las noches invitaban 
a pasarlas hablando y disfrutando de compañía. 
Los chicos del pueblo al principio nos parecían muy fantasiosos o que nos querían meter miedo. Decían que algunas noches 
se oía el gemido de un niño pidiendo ayuda... pero no venía de ninguna parte, sino de todo el pueblo. Cada uno de los habitantes lo oía en su propia casa, en la calle, en la tienda, en el bar... partía de las paredes, del suelo... a veces incluso sentían 
un empujón violento que los lanzaba al suelo... Contaban que 
incluso una mujer embarazada perdió a su hijo en la plaza una tarde en la que se encontraba hablando con unas amigas al sentir que unas manos aprisionaban su vientre con tanta fuerza que la hizo abortar allí mismo. Ella estuvo a punto de morir y 
cuando se recuperó, se fueron del pueblo y no volvieron a él. 
Les preguntamos que quién podría provocar esas cosas... y que después de lo de la mujer ¿cómo es que la gente no se va del pueblo también? Entonces nos contaron una especie de leyenda y del por qué creen que "eso" atacó tan ferozmente a la mujer. 
Hacía unos diez años, unos niños del pueblo decidieron irse una noche de verano a otro pueblo vecino. Para ello tenían que 
atravesar un campo donde en uno de los laterales estaba el cementerio que compartían los dos pueblos y que se hallaba 
justo a la mitad del camino. 

Cuando ya estaban bien avanzados oyeron un crujido a sus espaldas. Era el hermano menor de uno de ellos. Le instaron a que se volviese a casa pues no querían cargar con críos y éste se negó en rotundo, más que nada es que le daba miedo volverse solo. 
Entonces decidieron despistarle. Al llegar a la altura del cementerio dijeron que iban a jugar para esconderse en él. Como había luna llena se veía bastante bien, este chico aceptó sin 
sospechar nada... Ya en el cementerio, uno contaba y los demás se escondieron todos juntos, mientras este chico se escondía en otro lado pensando que todos estaban haciendo lo mismo. 
Cuando ya le perdieron de vista, los chicos se reunieron y salieron por una de las tapias dejando a este chico escondido. No podían evitar reirse de lo fácil que había resultado engañarlo hasta que oyeron un grito desgarrador... Al principio pensaron que se trataba de una broma, hasta que el segundo grito reaccionaron y volvieron a entrar en el cementerio... Estuvieron buscando por todas partes pero no le encontraron, gritaron su nombre, dieron vueltas y más vueltas y nada. 
Al cabo de muchas horas, cuando ya despuntaba el alba decidieron buscar ayuda en el pueblo con la esperanza de que el chico les hubiese gastado una broma y se hubiese ido a casa. 
Al llegar al pueblo, el hermano fue a su habitación, no había dormido allí, la madre le preguntó por su hermano pequeño y éste le tuvo que contar la verdad. La madre avisó al padre y éste a todo el pueblo... Salieron todos en busca del muchacho al cementerio. 
Cuando llegaron allí, uno de los vecinos descubrió con terror que el cuerpo del chico se encontraba en una de las fosas que acababan de abrir días antes para un nuevo difunto... El chico tenía la cabeza reventada, los huesos de las piernas y de los brazos retorcidos en una figura grotesca, los ojos cristalizados por el pánico y la boca en una mueca de absoluto terror... 
Fue un día negro en todo el pueblo, nadie se explicaba lo que había ocurrido allí. El hermano, con los años, fue internado en un psiquiátrico pues decía que su hermano se estaba vengando de él, le veía en todas partes, le pegaba... Los médicos le diagnosticaron neurosis obsesiva post-traumática, pero no podían explicar los contínuos moratones que aparecían por todo su cuerpo, incluso en la cara... 
Al cabo de unos años, la madre de estos hermanos se quedó embarazada... y a los siete meses le ocurrió lo que ya contaron 
antes: Algo había provocado la muerte de su bebé y quizás su propia muerte de la que escapó por poco. Los chicos decían 
que los gritos que oían por las noches eran iguales que los que oyeron en el cementerio. 
Oyendo esta historia la verdad es que les creímos... habíamos pasado un buen rato de miedo y nuestro tio nos vendría pronto a recoger para llevarnos a casa... 
Cuando íbamos hacia el coche, sentí un golpe fuerte en mi espalda que me obligó a apoyarme en mi prima de una forma violenta. Casi nos vamos las dos al suelo... Miré hacia atrás, pero los chicos estaban hablando entre ellos a unos tres metros de nosotros. 
Mi tío dijo que me había tropezado. Mi prima, sin convencerse del todo, fue hacia los chicos, cuando de repente volvió la cabeza hacia el otro lado de forma violenta... Dijo que alguien la había abofeteado... y tenía una mano marcada en la cara... una mano pequeña... 
Nos asustamos muchísimo... y empezamos a gritar presas de la histeria... Los chicos vinieron a auxiliarnos mientras mi tío abría el coche rápidamente para meternos dentro. Los chicos hicieron 
una barrera con sus brazos protegiéndonos de lo que fuese y pudimos meternos en el coche. Por el cristal pude ver cómo golpeaban a algo invisible que les estaba atacando. Mi tio condujo a gran velocidad tocando el claxon como un loco. Al llegar a la casa llamó a mis otros tios y todos fueron al pueblo a ayudar a los chicos, pero ya todo había pasado. Éstos se encontraban agotados por la lucha, con arañazos, golpes... pero dijeron que estaban acostumbrados, que no pasaba nada. 
Las agresiones en ese pueblo son esporádicas y no siempre a las mismas personas... pero ellos sienten que tienen que estar 
ahí para que ese niño que murió de forma tan violenta no esté solo... Llegará el momento en que pueda descansar en paz




HISTORIA DE FANTASMAS DE EL SALVADOR




Los Guirolas


Esta historia comienza con el apogeo de las 7 familias mas poderosas de El Salvador en aquel tiempo como en los 1900 la familia Guirola era una de ellas y vivia en la populosa ciudad Santa tecla.
El jefe de esta familia era el Sr. Guirola y se dicen varias historias sobre este empresario relacionadas a su familia y lo que pasaba dentro de las paredes de su casa.
Cuentan que en aquel tiempo el Sr. Guirola estaba pactado con el diablo y que por eso era el motiivo de su exito en los negocios, le iba muy bien ya que era uno de los terratenientres de cafe en aquella epoca, este señor tenia su familia con parientes todos en la residencia pero estos poco a poco se fueron muriendo nadie sabe, de alli los rumores que el viejo estaba pactado.
Despues que este se pacto nacio su ultimo hijo ,esta aunque no me crean dicen que nacio y era un mounstruo que Guirola tuvo que albergar en su casa y tiempo despues del nacimiento de su hijo este señor se murio pues que el diablo lo llego a traer en cuerpo y alma,el hijo quedo junto con la nana del Sr, Guirola, esta lo mantenia en cautiverio encadenado y solo le llevava comida ,la señora murio y de alli no se supo nada durante años....
Un reportero fue hacer un trabajo de periodismo sobre esta casa y cuenta que en aquel tiempo como hace unos 10 o 15 años llego en la noche a esa casa por lo que la gente contaba que oia y veia y le abrio la puerta una viejita ya de edad mayor y le recibio bien esta ingreso a la casa y la viejita le conto todo lo que cuento y la periodista le pregunto sobre los sucesos y ella le dijo muchas cosas sarcasticas hasta que se fue.
Al siguiente dia en la mañana llego a buscar a la viejita a la casa y para su sorpresa le contaron que era la fue la ultima en morir y que tenia como 20 años de muerta 
Se dice que en las medias noches se pueden escuchas ruidos y aullidos de una bestia y dicen que es el hijo monstruo del Sr, Guirola buscando a su familia..........





La casa de la familia Girola en donde aparece el niño diablo













HISTORIA DE FANTASMAS DE COSTA RICA

LA VUELTA MACABRA

En el camino de una montaña majestuosa de nuestra hermosa Costa Rica, cerca de un lugar de tantos, de esos en los que el aroma rural detiene el tiempo, hay una colina El Trompo, o “la curva del trompo” por la enorme vuelta que hay que dar. Está bordeada por un enorme guindo, muy profundo, cuyas laderas suben, formando gradas, hasta un espléndido cultivo de cebollas. Mucho antes de la era de los mercurios y los farolitos de los corredores, aquel lugar quedaba completamente desierto en cuanto caía la noche. Los caminantes rezagados preferían dar un largo rodeo antes de

aventurarse a subir El Trompo, después de la puesta de sol. ¡Y eso a causa de un espanto que se paseaba! El último hombre que vio al espanto fue un viejo jornalero del caserío, que murió hace treinta años. He aquí su aventura, tal como la contó: Un día, cuando empezaba ya a oscurecer, se apresuraba a subir la curva del trompo, cuando vio una mujer agachada cerca del guindo… Estaba sola y lloraba amargamente. El jornalero temió que tuviera intención de suicidarse y se detuvo, para prestarle ayuda si era necesario. Vio que la mujercita era graciosa, menuda e iba bien vestida; su cabellera estaba peinada como era propio de una joven de buena familia. – Buenas noches niña – saludó al aproximarse-. No llore así.. Cuénteme sus penas… me sentiré feliz de poder ayudarla Hablaba sinceramente, pues era un hombre de corazón. La joven continuó llorando con la cabeza escondida entre sus amplias mangas. -¡oiga señorita!- repitió dulcemente-. Escúcheme, se lo suplico… Este no un lugar conveniente, de noche, para una persona sola. No llore más y dígame la causa de su pena ¿Puedo ayudarle en algo? La joven se levantó lentamente… Estaba vuelta de espaldas y tenía el rostro escondido… Gemía y lloraba alternativamente. El viejo jornalero puso una mano sobre su espalda y le dijo por tercera vez: -¡mire muchachita! Escúcheme un momento… La joven se volvió bruscamente. Dejó caer la manga y se acarició la cara con la mano… ¡El viejo vio que no tenía ni ojos, ni nariz, ni boca!… ¡Huyó, gritando de espanto! Corrió hasta el borde de la colina, oscura y desierta, que se extendía delante de él… Corría sin pararse y sin osar mirar hacia atrás… Por último vio, en a lo lejos, la luz de un farolillo de mano… Era una lucecilla tan pequeña que se hubiera podido confundir con una luciérnaga. Era la luz de un vendedor de queso ambulante, que había levantado su chinamito al borde del camino. Después de la experiencia que el viejo acababa de sufrir, la más humilde de las compañías le pareció deseable. Se echó a los pies del vendedor de queso, gimiendo: -¡Ah! … ¡Ah! … ¡Ah! … -Pero que susto me estas dando!!…-replicó el vendedor bruscamente-. ¿Qué le pasó? ¿Le hizo daño alguien? -¡No! … Nadie me ha hecho daño…-murmuró el otro-. Pero… ¡Ah! …¡ah! …¡ah! … -¡Por lo menos le pegaron un buen susto!-dijo el vendedor, demostrando poca simpatía-. ¿Se encontró con algún ladrón? -¡No! … Pero, cerca del guindo… había… ¡Oh!, había una mujer que… ¡Ah!, jamás podré describir cómo la he visto… -¿Qué? ¿La ha visto, tal vez, así? …-exclamó el vendedor. Se acarició la cara, que, de pronto se hizo semejante a un huevo. ¡En aquel mismo instante se apagó la luz! - 




HISTORIA DE FANTASMAS DE BELICE


LA LEYENDA DE LA DAMA DE PIEDRA


La leyenda cuenta que el pago de impuestos era realizado sacrificando niños en la ciudad, uno por cada familia en honor a la familia rea. Para las fiestas de fertilidad eran mujeres vírgenes las que eran sacrificadas durante la ceremonia.

Este fantasma de una mujer habita en esta zona arqueológica, siempre tiene unos ojos encendidos color fuego y deambula por las noches en el lugar, al penetrar el muro se “hace uno” con la piedra y de allí el nombre “Xunantunich”.

Se cree que el fantasma de la mujer es un espíritu que deambula penando aún desde la época de los sacrificios humanos. Esta leyenda ha sido parte de la oralidad maya local, sus inicios pueden seguirse desde el año 1,892, cuando un cazador que deambulaba por el área vio a una bella doncella maya, quien al verla quedó atónito y regresó corriendo a la aldea a contarle al cura lo que había visto. Al volver no volvieron a encontrar a la doncella nunca más.

La historia se hizo muy popular, por lo que el nombre del sitio cambió de Benque Viejo aXunantunich, generalmente interpretado como “el lugar de la Doncella (o la dama) de Piedra” en una mezcla de maya Itzá y Yucateco.

Este nombre es contemporáneo, no se conoce aún el posible nombre original de la ciudad, que fue la segunda más grande construida en Belize después de Caracol que es la ciudad Maya más grande. Fue construida por una familia de la nobleza Maya.


LA DAMA DE PIEDRA

domingo, 8 de septiembre de 2013

FANTASMAS DE MEXICO




LA LLORONA


En las altas horas de la noche, cuando todo parece dormido y sólo se escuchan los gritos rudos con que los boyeros avivan la marcha lenta de sus animales, dicen los campesinos que allá, por el río, alejándose y acercándose con intervalos, deteniéndose en los frescos remansos que sirven de aguada a los bueyes y caballos de las cercanías, una voz lastimera llama la atención de los viajeros.
Es una voz de mujer que solloza, que vaga por las márgenes del río buscando algo, algo que ha perdido y que no hallará jamás. Atemoriza a los chicuelos que han oído, contada por los labios marchitos de la abuela, la historia enternecedora de aquella mujer que vive en los potreros, interrumpiendo el silencio de la noche con su gemido eterno.
Era una pobre campesina cuya adolescencia se había deslizado en medio de la tranquilidad escuchando con agrado los pajarillos que se columpiaban alegres en las ramas de los higuerones. Abandonaba su lecho cuando el canto del gallo anunciaba la aurora, y se dirigía hacia el río a traer agua con sus tinajas de barro, despertando, al pasar, a las vacas que descansaban en el camino.
Era feliz amando la naturaleza; pero una vez que llegó a la hacienda de la familia del patrón en la época de verano, la hermosa campesina pudo observar el lujo y la coquetería de las señoritas que venían de San José. Hizo la comparación entre los encantos de aquellas mujeres y los suyos; vio que su cuerpo era tan cimbreante como el de ellas, que poseían una bonita cara, una sonrisa trastornadora, y se dedicó a imitarías.
Como era hacendosa, la patrona la tomó a su servicio y la trajo a la capital donde, al poco tiempo, fue corrompida por sus compañeras y los grandes vicios que se tienen en las capitales, y el grado de libertinaje en el que son absorbidas por las metrópolis. Fue seducida por un jovencito de esos que en los salones se dan tono con su cultura y que, con frecuencia, amanecen completamente ebrios en las casas de tolerancia. Cuando sintió que iba a ser madre, se retiró “de la capital y volvió a la casa paterna. A escondidas de su familia dio a luz a una preciosa niñita que arrojó enseguida al sitio en donde el río era mas profundo, en un momento de incapacidad y temor a enfrentar a un padre o una sociedad que actuó de esa forma. Después se volvió loca y, según los campesinos, el arrepentimiento la hace vagar ahora por las orillas de los riachuelos buscando siempre el cadáver de su hija que no volverá a encontrar.
Esta triste leyenda que, día a día la vemos con más frecuencia que ayer, debido al crecimiento de la sociedad, de que ya no son los ríos, sino las letrinas y tanques sépticos donde el respeto por la vida ha pasado a otro plano, nos lleva a pensar que estamos obligados a educar más a nuestros hijos e hijas, para evitar lamentarnos y ser más consecuentes con lo que nos rodea. De entonces acá, oye el viajero a la orilla de los ríos, cuando en callada noche atraviesa el bosque, aves quejumbrosos, desgarradores y terribles que paralizan la sangre. Es la Llorona que busca a su hija…


LA LLORONA

HISTORIAS DE FANTASMAS DE ESTADOS UNIDOS




EL FANTASMA DE LA NIÑA EN LA ALACENA.

Un propietario de una residencia usada en Estados Unidos comenzó a filmar las inmediaciones y el interior de la casa para comprobar en terreno una serie de hechos inexplicables que se aseguraba sucedían en el inmueble, la mayoría de ellos relacionados con la alacena de la vivienda. Algunos objetos que se guardaban allí no sólo desaparecían misteriosamente, o aparecían en otros lugares de la casa, sino que la puerta de vidrio de la misma aparecía todas las mañanas abierta de par en par, pese a que el dueño de casa se preocupaba diariamente de cerrarla antes de irse a dormir. 
“Cuando me levantaba al baño por las noches, podía escuchar cómo la puerta de vidrio de la alacena se abría sola. Ahí me convencí de que no estaba solo en la casa”, explicó. Aunque se sentía bastante intrigado por la recurrencia de estos extraños acontecimientos, el mismo sujeto estaba al tanto que la casa escondía un fatídico hecho de sangre. En su interior, una niña de 11 años había sido violada y golpeada hasta morir. Por ello, no pasó mucho tiempo antes de que barajara la posibilidad de que el fantasma de la joven fuese el verdadero responsable de los misteriosos movimientos en la alacena. Decidido a corroborar la historia del fantasma de la niña, el dueño de casa cortó por lo sano: Dispuso una cámara frente a la alacena, de las 11 de la noche hasta las cinco de la mañana, para captar la ocurrencia de cualquier hecho sobrenatural. 

Y la cámara cumplió con creces su objetivo pues no sólo captó el momento en que la puerta se abría sola sino que también pudo capturar la escalofriante imagen de la silueta de una niña que, desde dentro de la alacena, acerca su cara y apoya sus manos en la puerta de vidrio de la misma. Las imágenes del video todavía tienen la capacidad de no dejar indiferente a nadie, aunque los que dudan de su verosimilitud afirman que el dueño de casa aparece en el video haciendo gala de demasiado sangre fría. 


EL FANTASMA DE LA NIÑA DE LA ALACENA

miércoles, 4 de septiembre de 2013

HISTORIA DE FANTASMAS DE CANADA


Una foto con fantasma


Esta historia paso en una ciudad de Canada, una familia que recien se mudo, una casa preciosa de 2 pisos, un jardin grande donde pueden jugar 10 mascotas a la vez, llena de espacio a quedar. Se mudaron hay, 2 niños y su madre, un pequeño de 8 y uno de 15, era una familia muy unida. La madre le gustaba esa casa, eran como 14 habitaciones sin contar el atico, los niños compartian habitacion, uno a cada lado de la habitacion. La madre dormia en una habitacion con vista a la calle y una perfecta vista al pueblo. Simplemente, era un hogar hermoso, pero la duda venia con la madre, ¿porque era tan barato?

La familia vivio feliz por un tiempo, pero, despues de por lo menos dos meses empezo lo macabro: La licuadora se encendia constantemente de la nada a media noche, asi por muchas veces que ocurria tuvieron que desconectarlo.

A la mañana siguiente, el hermano menor salio gritando, el hermano mayor sale saltando de la cama y ver a su hermano.

-Que pasa?- Dice el hermano mayor.
-Vi algo! Algo horroroso!

El hermano mayor se quedo sin palabras, no sabia que decir, se dirigio a la habitacion que le habia dicho su hermano que vio esa cosa, mirando alrededor.

-Quien esta hay?- Pregunto, sin obtener una respuesta.
-Responda!- Siguio insistiendo pero no hubo nisiquiera un soplido.

La mama, le pregunto a su hijo menor que vio, pero el pequeño no supo que decir, sabria explicar, no parecia una broma de mal gusto porque el pequeño era buen chico.

Pero despues de eso, ahora eran las puertas las que se movian solas, puertas que no estaban a la vista de nadie, puertas que estaban en otra parte de la casa donde no habia gente. Ellos deducieron que era el viento los que provocaban eso, asi que durmieron, despues fueron en colmo las puertas de los armarios, esas puertas no se abren con el viento

En la mañana, los niños amanecieron con moretones, pero dejen ustedes, era lo de menos, que hay de la mama? sus hijos en la escuela, que dirian de los moretones? talvez se golpeaban entre ellos o quizas su madre... pero como eran buenos hermanos, tomaban mas que fue su madre.

La mama, tenia un corage inmenso, no se podia calcular de ninguna manera, prendio las luces y fue a enfrentarse con lo que la esperaba, las luces parpadeaban, y al final de todo, la mama termino desmayandose por el camino sin fin de luces parpadeantes y una sombra que jugaba con ella

El hermano mayor, no soporto mas... se suicido, cortandose las venas en la tina del baño, el suelo lleno de sangre por todos lados, si no uviera sido por el hermano menor, que aun vivia, la madre hubiera tomado su propia vida sin pensarlo... en el lavamanos permanecia una nota y encima una camara digital, en la nota decia:

-"Mama..."- Las letras escritas en forma temblorosa, se notaba como el niño batallaba para escribir
-"Ya lo tengo... le tome una foto..."-

Despues de ver tal horrorosa foto, hizo los papeles y se fueron de alli, ellos viven en un suburbio al sur de canada, se pudieron recuperar, pero temen que esa cosa los haya seguido





HISTORIA DE FANTASMAS EN BERMUDAS

El caso de Oliver Thomas.


La familia Méchinaud pasó la Nochebuena de 1972 en casa de unos amigos que vivían en la localidad francesa de Cognac. Después de cenar el matrimonio y sus hijos tomaron el camino de regreso a su casa que se encontraba en el pueblo de Boutiers, en el departamento de Charente. Jamás Llegaron a ella. Cuando se encontraban a poco más de cuatro kilómetros, siendo la una de la madrugada del día 25 de Diciembre, se volatirizaron en el aire. Jamás fueron encontrados.



Años antes habían corrido la misma suerte los cinco miembros de familia Martin que vivían en Portland, Oregón. El 7 de Diciembre de 1958, Kenneth Martin, de cincuenta y cuatro años, su esposa y sus tres hijos, dijeron a sus vecinos que iban al bosque en busca de un árbol para adornarlo durante la navidad. No volvierón a ser vistos.



El 29 de aquél mismo mes, un contratista de obras llamado Earl Zrust, con domicilio en Silver Lake, desapareció también, inexplicablemente, en compañia de su esposa y de sus cuatro hijos. No tenía motivos para abandonar su casa, que acababa de pagar. No aparecieron los cuerpos en las cercanías. ¿Que explicación dar a tan extrañas desapariciones? ¿A dónde van las personas que se desvanecen en el aire?



Una de las desapariciones más enigmáticas se produjo la noche del 24 de Diciembre de 1909. En la granja de Owen Thomas, a corta distancia del pueblo de Brecon, en el país de Gales, se había reunido la familia y unos amigos para celebrar la Nochebuena. Poco antes de la medianoche, la señora Thomas encargó a su hijo Oliver, de once años, que acudiese al pozo en busca de agua.



Dos minutos más tarde, sonaron unos gritos de auxilio. Corrieron varios hombres armados al lugar donde suponían que un lobo estaba atacando al niño. Les esperaba una sorpresa. Hallaron el cubo tirado todavía lejos del pozo y ninguna huella que indicara que un lobo había atacado a Oliver. Las únicas pisadas en la nieve eran las del niño y se interrumpían a medio camino del pozo, como si hubiera echado a volar.



Ante el pánico de los hombres que miraban en todas direcciones en busca del niño, se oyeron repentinamente unos gritos de auxilio que provenían del cielo, que duraron un largo rato y que se fueron debilitando poco a poco, hasta extinguirse.



A la mañana siguiente llegaron al lugar las autoridades, pero por más que investigaron en el terreno nada encontraron que pudiese aclarar el enigma. Nadie supo ni pudo explicar por qué desaparecían las huellas de Oliver. En consecuencia el caso fue archivado con otros que jamás se solucionaron