El fantasma del Hospital de San Juan de Dios en Granada
El capitán Antón Martín, amigo y protector de Juan, tenía un criado morisco llamado Frasquito al que apreciaba mucho, llegada la expulsión de los moriscos, Frasquito, que consideraba el hospital como su casa, se negó a irse, y para evitarlo decidió esconderse en el aljibe del propio hospital y así no ser descubierto, pero debido a la falta de alimentos y al aire viciado que tuvo que respirar, poco tiempo después lo encontraron muerto allí mismo.
Desde entonces, su espíritu que no ha abandonado el hospital se dedica a vagar por el hospital, aunque eso sí, no asusta a nadie, se dedica a velar por el buen funcionamiento del centro y tan sólo advierte al personal cuando algún enfermo va a morir (y eso desde mucho antes que el gato que se ha hecho famoso en EEUU por lo mismo) aunque claro, como buen ser del mas allá, no puede evitar gastar alguna broma al personal, activando timbres, abriendo y cerrando puertas o tirándole de las batas al personal, sus sitios preferidos para pasear, por tanto donde más se le suele ver, es el comedor y el patio.
Casi todo el personal médico del hospital ha tenido algún tipo de experiencia con Frasquito. Lo describen como bajito, de unos cuarenta y cinco años, con barba y siempre cubierto por una especie de capa o túnica.
Se comenta que durante la invasión francesa, un soldado francés, enfadado, arrancó los ojos de unos dibujos de ángeles que se encontraban en la escalera principal, esa misma noche el soldado apareció muerto sobre su cama de un bayonetazo. Se dice que fue la venganza de Frasquito, protector del hospital, por haber destruido un bien del mismo.
Hace un par de décadas, la Diputación de Granada proyectó cerrar el centro y decidió venderlo. Un acaudalado empresario pensó en comprar los terrenos para transformar el recinto sanitario en un lujoso hotel. Una tarde en la que el millonario paseaba por el patio del edificio, salió corriendo y nada más se supo de él.
Algo extraño debió ver, porque nunca más quiso acercarse al edificio.
En esa misma época una comisión encabezada por el delegado de Salud visitó el centro, cuando subían todos en el ascensor, alguien mencionó el tema de la clausura del centro, de pronto, el ascensor se paró, ante la sorpresa general. ¿De nuevo Frasquito defendiendo los intereses del Hospital?
El edificio ha sido codiciado por muchas instituciones, hasta que al final fue devuelto a la Orden de San Juan de Dios, esperemos que Frasquito, esté tranquilo ahora.
viernes, 21 de febrero de 2014
HISTORIA DE FANTASMAS DE DOMINICA
EL COMEGENTE
Cuentan las crónicas dominicanas, que a finales del siglo XVIII, existió un sanguinario asesino a quien por la índole de sus crímenes, sospecharon antropófago y sobrenombraron el Comegente. Se describe este hombre como "negro, que parece indio; el pelo como los demás negros pero muy largo; de estatura menor que lo regular, bien proporcionado en todos sus miembros, y tiene de particular los pies demasiado pequeños".
Durante mucho tiempo, las atrocidades que cometía el Comegente aterrorizaron a la población, y se urdieron en torno a el las mas oscuras especulaciones. Se dijo que había ido a Haití, donde aprendió la hechicería; que podía estar en muchas partes a la vez; que recorría largos caminos en una sola noche valiéndose de medios sobrenaturales. La gente aseguraba que mataba a sus victimas con una especie de garrocha, y afirmaba que no se podía atrapar pues en cuanto sus pies tocaban un río o arroyuelo, desaparecía en el aire dejando un olor nauseabundo tras de si.
Lo cierto fue -de acuerdo a las crónicas- que el aborrecible asesino, tras muchas noches de búsqueda por las comarcas, finalmente se atrapo. Atribuyen la hazaña a un campesino conocido como "seno Antonio", quien el día de San Antonio, haciendo uso de un "bejuco de brujas" , ato al Comegente y lo trajo a la capital donde se condeno a muerte y se ejecuto sin que quedaran registrados históricamente los detalles criminológicos del proceso. En nuestros días, el Comegente es un ser legendario. Se afirma todavía que deambula por los caminos con su garrocha...
HISTORIA DE FANTASMAS DE CARIBE
Los fantasmas del Caribe
La Ciudad Amurallada, en el casco histórico de Cartagena de Indias (Colombia), es rica en historias sobre fantasmas, pero los relatos más impresionantes sobre actividades paranormales se encuentran en el Museo Naval del Caribe, donde las apariciones son una constante del día a día.
Y suena incluso lógico para todos los que saben que en ese mismo edificio funcionó el ‘Hospital San Juan de Dios’, lugar que en la época del cólera atendió a muchas personas que posteriormente murieron a causa de esa enfermedad.
“En los patios se pueden encontrar huesos humanos, porque esto era anteriormente un hospital y en la época del cólera las personas pensaban que si tenían contacto con algún cadáver podrían contraer la enfermedad, entonces el patio era el lugar en el que se enterraban los muertos”, cuenta Gonzalo Zúñiga, curador del Museo.
Justo frente del patio principal cuentan que aparece un negro con turbante en la cabeza que se queda mirando fijamente a las personas. Se dice que siempre está en el mismo lugar.
“Varios funcionarios que trabajan en el museo lo han visto y pueden dar fe de eso. Las personas que nos visitan se acercan y nos dicen que se metió un indigente, pero nosotros ya sabemos de que se trata...”, relata el curador, que lleva en total 15 años trabajando en el sitio
Un fantasma con foto
Pero sin lugar a dudas uno de los hechos más escalofriantes que han sucedido en el Museo, le ocurrió a una pareja de ecuatorianos que buscando refugio una noche, mientras llovía, entraron a una de las salas y aprovecharon la oportunidad para tomar fotos a todas las piezas. Una de ellas llamó la atención de uno de los turistas, se trata de un castillo antiguo.
“Cuando el hombre tomó la fotografía, con su cámara muy sencilla, dio el primer disparo con flash y no la consiguió; luego quitó el flash y tomó la fotografía por segunda vez y para su sorpresa en esta última aparecía claramente la imagen de un hombre de rasgos muy marcados”, narra haciendo muchas pausas, el curador.
“Esa historia es aún más verídica porque tiene como prueba la fotografía que nosotros conservamos aquí en el Museo. Eso salió en varios medios locales y nacionales, porque era un fantasma con foto”, afirma Zúñiga.
Otra prueba es la cámara de seguridad que también capturó el momento en que un hombre toma la foto con flash, luego sin éste y sale corriendo hacia su amigo a mostrarle la imagen de la fotografía.
Fantasma del Museo Naval |
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